PINCHE ANORÉXICA
La anorexia es una enfermedad bastante cómoda y económica. Recuerdo que cuando iba en la prepa me quedaba mucho dinero para poder comprar alcohol y cigarros. Pasaba noches enteras pensando que era lo que sí podía y no podía comer. Una vez trate de imaginar que la comida era de aire, como una especie de nube que no pesa casi nada y no engorda. Fueron dos años de larga trayectoria por básculas, depresión, caída de cabello, ilusiones de estar en forma y un verdadero infierno. Siento que éste post puede ser como un tanto de superación personal; quiero decir que lo único es que es una catarsis de algo que me da vueltas todas las noches. Por el momento esa rutina está controlada, pero es cierto que jamás se cura. Es una de mis luchas más pesadas que tengo que vencer cada día. Es por esa razón que tengo una manía algo extraña para la gente común, hablar con la comida, la hago mi amiga y luego le digo que no me trate mal y no me castigue. Es difícil tratar de decirle a la gente que no me obligue a comer o que me digan que estoy flaca, cosa que no puedo ver. Una vez un amigo dijo de broma que era una vaca, fue muy chistoso (por como lo dijo), pero resulto ser mortífero, pues llenó mi mente sucia y perturbada de ideas negativas respecto a mi; todo termino un viernes por la noche con lágrimas ácidas, un vaso con agua y pastillas para dormir. Me miré al espejo y entre reproches y maldiciones preferí escuchar a Lucybell. Los fantasmas decidieron irse de golfos y me abandonaron ahí de las cuatro de la mañana, para ese entonces estaba muy cansada y me quedé dormida. El intento fue fallido, pero afortunado, pude volver a comer mis galletas y tomar mi lechita otro día más de mi larga enfermedad.
LIRVA
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